El aspecto general
del continente antártico, es el de una gran meseta, cuya
altura alcanza los 3000 msnm, de los cuales la mayoría corresponde
al espesor de la capa de hielo que recubre gran parte de la superficie.
Esta cobertura oculta el relieve subyacente, del que únicamente
sobresalen los picos que superan la altura de la capa de hielo.
Estas elevaciones son denominadas "nunatak" y, en el macizo
Vinson, alcanzan los 5000 m. Asimismo, encontramos actividad volcánica
en las islas Ross, el volcán Erebus (en actividad), y las
islas Decepción (cráter que se reactivó en
el año 1967).
La alta latitud, la cobertura del casquete glaciar y la pobre insolación,
entre otros factores, hacen que la Antártida posea un clima
frío, seco, ventoso y escaso en precipitaciones. Los océanos
Atlántico, Pacífico e Indico bañan el continente,
formando una ancha franja marina que lo rodea completamente.
Para arribar a la Antártida es necesario recorrer: desde
Sudamérica, 1000 km; desde Nueva Zelanda, 2.200 km. y desde
África, 3.600 km. Dado que aproximadamente sólo 1000
km. separan a Ushuaia de la Península Antártica, esta
ciudad es indiscutiblemente la puerta de entrada al continente blanco.
Entre los meses de noviembre y marzo, diversas embarcaciones, del
tipo rompehielos o con casco reforzado, parten rumbo a tan fascinante
y misterioso destino. De acuerdo a la elección del crucero,
puede disfrutar de un viaje de lujo o de características
de expedición - aventura.
El cruce del Pasaje de Drake insume al menos dos
jornadas, por este motivo la duración mínima de estos
viajes es de 9 días. Cuando el recorrido incluye el Cabo
de Hornos, las islas Shetlands, Georgias o Malvinas, la duración
se extiende alcanzando o superando incluso las dos semanas. También
es posible realizar la semi-circunnavegación del continente
antártico, que requiere de unas 3 a 4 semanas.
Durante el viaje se realizan charlas y conferencias a cargo de
naturalistas y/o científicos que profundizan sobre aspectos
vinculados al medio a visitar y sus singulares características.
A lo largo del recorrido se visitan diferentes lugares, la mayoría
ubicados en las costas de la Península Antártica,
que son elegidos por su belleza paisajística o por su rica
fauna. Allí se desembarca utilizando botes neumáticos
para permanecer en tierra por algunas horas, siempre y cuando las
condiciones climáticas sean las apropiadas.
En cuanto a las tarifas, estas varían según el tipo
de embarcación elegida y la ubicación y capacidad
de la cabina, en todos los casos son con pensión completa.
Suele ocurrir que en algunas oportunidades los cruceros no completan
el cupo de pasajeros disponible. En estos casos las tarifas llegan
a reducirse un 20%, pero solo se tiene conocimiento de esta circunstancia
aproximadamente dos días antes de que zarpe el barco. Son
las llamadas “last minute” o “tarifas de último
momento”. En la ciudad, existen varias agencias de viajes
que se especializan en este tipo de navegaciones, en las cuales
se podrá informar sobre los itinerarios de cada una de las
embarcaciones.
La Antártida es una de las reservas naturales más
importantes del mundo, por ello es necesaria su protección
y preservación, lo que significa no perturbar a la fauna
y evitar cualquier tipo de contaminación, tanto química
como residual.
Allí existen bases científicas que realizan investigaciones
acerca de variables tales como contaminación y cambio climático
global, factores que comprometen seriamente la evolución
de la vida en todo el planeta.
Al respecto, existe un compilado de pautas de conducta para los
visitantes a la Antártida, nacido de las reuniones consultivas
que se llevan a cabo por parte de los países signatarios
del Tratado Antártico, que deberá conocer antes de
visitar el continente blanco.
GUÍA PARA LOS VISITANTES A LA ANTÁRTIDA
Las actividades en la Antártida se rigen por el Tratado
Antártico de 1959 y acuerdos asociados, conocidos de manera
colectiva como el Sistema del Tratado Antártico. El Tratado
estableció que la Antártida es una zona destinada
a la paz y a la ciencia.
En 1991, las partes consultivas adoptaron el Protocolo al Tratado
Antártico sobre la Protección del Medio Ambiente,
el cual designa al continente blanco como una reserva natural. El
Protocolo establece varios principios ambientales, procedimientos
y obligaciones para asegurar la protección amplia del medio
ambiente antártico y de sus ecosistemas dependientes y asociados.
Las partes consultivas han acordado que en espera de la entrada
en vigor del Protocolo, sus disposiciones deberían aplicarse
cuando sea pertinente, en la medida de lo posible, y de conformidad
con sus respectivos sistemas legales.
El Protocolo Ambiental se refiere tanto a las actividades gubernamentales,
como a las no gubernamentales y turísticas en la zona que
protege el tratado. Tiene por finalidad asegurar que aquellas actividades
no tengan impactos adversos sobre el medio ambiente antártico,
o sobre sus valores científicos y estéticos.
Los visitantes están sujetos a las leyes nacionales y reglamentos
que son pertinentes a las actividades en la Antártida.
Esta guía para viajeros antárticos fue elaborada
con el propósito de asegurar que todos los visitantes estén
enterados y puedan cumplir con el Tratado y Protocolo:
Proteger la fauna antártica
Se prohíbe extraer la fauna antártica o afectarla
de manera perjudicial, salvo con permiso otorgado por una autoridad
nacional.
1) No utilizar aviones, naves, botes u otros medios de transporte
de manera que perturbe la fauna en tierra o en el mar.
2) No dar de comer, tocar, manejar, acercarse a sacar fotografías
a alas aves o a las focas de manera que les haga modificar su comportamiento.
Se requiere cuidado especial durante la época de reproducción
o muda de los animales.
3) No dañar las plantas, por ejemplo, al caminar, o al conducir
un vehículo, o al aterrizar en capas de musgo o vertientes
de conos de desmoronamiento cubiertos por líquenes.
4) No utilizar armas ni explosivos. Mantener el ruido al mínimo
para evitar espantar y perturbar a la fauna.
5) No introducir plantas ni animales no nativos a la Antártida
(por ejemplo aves de corral vivas, perros y gatos domésticos,
plantas domésticas).
Respetar las zonas protegidas
Varias zonas en la Antártida reciben protección especial
en razón de sus valores particulares, incluyendo entre otros
sus valores ecológico, científico e histórico.
La entrada a ciertas zonas podrá ser prohibida, salvo los
casos en que se cuente con un permiso otorgado por una autoridad
nacional competente. Las actividades dentro y cerca de los sitios
y monumentos históricos y de ciertas otras zonas pueden estar
sujetas a limitaciones especiales.
1) Es pertinente estar informado de la ubicación de las zonas
que reciben protección especial y de otras limitaciones relativas
al ingreso y las actividades que pueden llevarse a cabo dentro y
cerca de ellas.
2) Cumplir con las limitaciones aplicables.
3) No dañar, quitar o destruir los sitios y monumentos históricos,
o cualquier artefacto asociado con ellos. No estorbar las investigaciones
científicas, instalaciones o equipos.
4) Obtener la autorización apropiada antes de visitar las
instalaciones científicas antárticas y de apoyo logístico,
reconfirmar sus planes 24 a 72 hs. antes de llegar, y cumplir estrictamente
con las normas relativas a tales visitas.
5) No interferir con o remover los equipos científicos o
los postes de marcación; tampoco interferir con los sitios
de investigación experimental, campamentos o provisiones.
Tomar Precauciones.
Es preciso estar preparado para un clima adverso y variable asegurando
que su equipo y ropa cumplan con las normas antárticas. Se
debe recordar que el medio ambiente de la Antártida es inhóspito,
imprevisible y potencialmente peligroso.
1) Conozca el límite de sus capacidades, los peligros que
representa el medio ambiente antártico, y compórtese
de acuerdo con esta información. Al planificar sus actividades,
siempre tenga en cuenta la seguridad.
2) Mantener una distancia segura de toda fauna, que esté
en la tierra o en el mar.
3) Tomar nota, comportarse de acuerdo con los consejos e instrucciones
de sus guías; no alejarse de su grupo.
4) No caminar sobre los glaciares, ni sobre los grandes campos cubiertos
de nieve sin tener los equipos y experiencia apropiados; existe
el peligro real de caer dentro de grietas ocultas.
5) No espere contar con un servicio de rescate; se aumenta la autosuficiencia
y se reducen los riesgos mediante la planificación razonable,
los equipos de buena calidad y el personal capacitado.
6) No entre en los refugios para emergencias (salvo en un caso de
emergencia). Si utiliza los equipos o comida que se encuentran en
un refugio, notifique a la estación más cercana de
ello al pasar la emergencia.
7) Cumpla con cualquier restricción sobre no fumar, en particular
alrededor de los edificios, y tome todas las precauciones para evitar
el peligro de fuego. Esto constituye un peligro real en el seco
medio ambiente de la Antártida.
Mantener la Antártida
La Antártida continua en una condición relativamente
limpia, y todavía no ha sufrido las perturbaciones en gran
escala causada por los seres humanos. Es la zona despoblada más
grande de la tierra. Por favor, manténgala así.
1) No tire papeles ni arroje basura o residuos en la superficie.
Se prohíbe toda incineración al aire libre.
2) No interferir ni contaminar lagos y cursos de agua. Cualquier
material a desechar a bordo de un buque debe eliminarse de manera
apropiada.
3) No grabar nombres ni pintar sobre rocas ni edificios.
4) No deberán recogerse ni llevarse como recuerdo muestras
biológicas ni geológicas, ni artefactos artificiales,
incluyendo rocas, huesos, huevos, fósiles, y partes o contenido
de los edificios.
5) No desfigurar ni destrozar los edificios ocupados, abandonados,
o no ocupados, ni los refugios para emergencias.
ESTIMADO VISITANTE ANTÁRTICO
Por favor, no olvide lo mucho que usted puede hacer demostrando
que el turismo a la Antártida
no es simplemente una actividad comercial en busca del interés
de unos pocos, sino una fuente de conocimiento extraordinaria e
infinita para todo ser humano que ama el mundo en el cual vive.
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